viernes, 5 de febrero de 2016

El fantasma de la princesa en decadencia





La vio por casualidad y le costó reconocerla a pesar de haber  transcurrido apenas dos años.
En su rostro apenas  si quedaba rastro de lo que fue hace solo unos meses, pero ínfimamente,  ni siquiera  sus ojos que tanto la caracterizaron eran los  que él recordaba. 

  El alcohol y otras cosas más nocivas le han pasado rápida factura, posiblemente por su más que excesivo consumo.

Para sus adentro pensó: qué pena.   Y luego cayó en la cuenta que su sentimiento era de profunda lástima, a pesar que en su día, dos años atrás se hubiese alegrado por verla así, desmejorada, hinchada y envejecida dos lustros en dos años.

Qué pena.    Algunas personas venden su cuerpo y su vida por dos monedas,  cambian lo que haga falta y se someten a lo que sea para tener una seguridad material . 

  Y durante un tiempo que bien pueden ser semanas o meses creen ser felices, incluso llegan a disfrutar de esa nueva vida, tan anhelada, esa vida  que le permite ir de vacaciones, de disfrutar de un coche más nuevo pero de segunda mano…..y a cambio alcohol…más el ingreso al desenfreno y la autodestrucción por el descontrol de un consumo que cree controlar.

Pero el tiempo es cruel testigo y juez, los excesos pasan factura, su rosto denuncia sin tapujos lo que hoy es su vida, en el fondo y no tanto ya sabe hace meses que el precio que está pagando por ello es demasiado alto, tanto que el brillo de sus ojos ya no existe.

Ríe por fuera y llora por dentro, mientras aquello que juraba ser lo que más amaba también lo deja de lado, al punto de olvidarse de él, del fruto de sus entrañas al que  ha pasado a segundo plano y recibe desatención, al mismo que le juró llorando que no volvería a verla borracha.

Su rostro es apenas una mueca grotesca de lo que en su día fue, pero también el que denota el precio que está pagando por esa ambición.   Pero así es la vida, cada cual escoge su camino, no mala suerte, no es el destino, es la consecuencia de tus decisiones.

El hombre sacudió por un instante esos pensamientos, recordó cuanto llegó a amar lo que resultó ser un espejismo, una montaña de mentiras, palabras huecas , pero nadie puede aparentar por siempre y justamente eso sucedió con  la princesa.

Una princesa  nacida en cuna pobre pero con ambiciones y aspiraciones de reina, que renuncia  a todo a cambio de una vida mínimamente  acomodada,  que por supuesto verifica antes de tomar riesgos que existen posibilidades reales…..pero se olvidó de un detalle y fue que la dama blanca si entra en una vida como la de ella, con su personalidad  de consumidora compulsiva es su peor enemigo y que acaba siendo su peor de los carceleros.


Poco más de 24 meses y ya es apenas un fantasma de lo que fue y ya con un futuro de dependencia, de esclavitud sin cadenas, una princesa  presa de su ambición y sus decisiones. Apenas es una pobre persona presa de sus miedos y malas decisiones.