jueves, 10 de abril de 2008

Mujeres


Como la mísera caricia fugitiva que no sabe donde caer; así son, mujeres. Pulcras y sediciosas; amables y seductoras. Pensaríamos que dependen de nosotros, pero nosotros somos los dependientes de su presencia, indómita, salvaje... y a la vez mansa y tranquila.

Nos dejamos tentar, nos dejamos acariciar, y aunque lo neguemos, nos encanta el prescindir de ustedes (Generalizo en mi condición de hombre).

Mujer, eres tantas cosas a la vez, madre, esposa, esclava, ama, lo eres todo y a veces nada. Y aunque a veces las odie, no puedo dejar de pensar en ustedes. Mujer, naciste para amar y ser amada ¿Por qué lo niegas?

El mar... ¿Puede el mar llevarme por la inmensidad misma? así eres tú mujer, capaz de trasladarme a los rincones más ocultos de mi corazón. Capaz de concentrar la vida misma en un efímero segundo, capaz de convertirte en aleph, capaz de abrir todas las puertas abiertas y por abrir.

Mujer ¿No entiendes que tú eres el mar? Mujer, naciste para amar y ser amada ¿Por qué lo niegas? El viento... ¿Puede el viento embriagarme con recuerdos? Así eres tú mujer, que llegas y te instalas en nuestras vidas, dejando marcas como tatuajes en nuestra alma.

Haciéndonos recordarte con cada gesto, con cada mirada... con cada esencia. Destruyéndolo todo a su paso. Mujer ¿No entiendes que tú eres el viento? Mujer, naciste para amar y ser amada ¿Por qué lo niegas? La tierra... ¿Puede la tierra darnos y quitárnoslo todo a la vez?

Así eres tú mujer, dueña del fruto de la vida y de la razón, dueña del amor y de la sangre, dueña del odio y de las tinieblas.

Hundes tus manos en lo profundo de tu propia existencia y arrancas de tu vientre a la misma creación, al fruto pleno de la consumación del amor. Mujer ¿No entiendes que tú eres la tierra? Mujer, naciste para amar y ser amada ¿Por qué lo niegas? El fuego...

¿Puede el fuego quemar la memoria, sin dañar? Así eres tú mujer, capaz de hacernos olvidarlo todo. Capaz de enervar nuestra alma por encima del umbral de lo desconocido.

Capaz de entregarnos la flor misma de su esencia, como el premio máximo al amor.

Mujer, lo enciendes todo con tu luz. Mujer ¿No entiendes que tú eres el fuego? ...Mujer, naciste para amar y ser amada ¿Por qué lo niegas?

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