jueves, 20 de marzo de 2008

Ley de vida (dedicado a mi madre)

Dicen que es ley de vida, el que todos algún día tengamos que morir, pero es difícil cuando esa ley te toca a ti.

Es fácil decir el dolor desaparecerá, es fácil decir no llores mas, es fácil decir la resignación con el tiempo vendrá, pero lo difícil es aceptar que ese ser querido ya no está, y que nunca más lo verás.

Y te pones a pensar, en todas las cosas que no dijiste, en todos los te quieros que omitiste, en todo el amor que debiste haber dado a esa persona, que te entregó su vida, que cada noche te cuidaba, que mecía tu cuna, y suavemente una canción cantaba, que vivió por ti y para ti.

Ahora que no esta ya no hay nada que lo pueda remediar, no hay día, ni noche en que no deje de pensar en ti, en que mis ojos se llenen de lágrimas y mi boca sienta ese sabor amargo que es la soledad, porque aunque lejos estabas sabía que estabas allí, sabía que cuando te hablaba tenías una frase cariñosa para mí.

Oh madre cuanto te hecho de menos, eras la mejor mujer, la mejor madre, la mejor amiga, siempre con una frase apropiada, siempre con una sonrisa que iluminaba tu cara, siempre alegre para todos.

Dicen que Dios siempre recoge a las almas buenas, por eso se que en el cielo estarás y como un ángel vivirás. En nuestros corazones por lo siglos de los siglos permanecerás, y tu partida nunca, nunca, aunque sea ley de vida se podrá aceptar.

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